La corrosión es un fenómeno natural que conduce a la destrucción de metales, por lo cual afecta a muchos componentes en maquinaria pesada. Es resultado del contacto del oxígeno con la humedad. Las condiciones climáticas húmedas causan corrosión, mientras que la oxidación ocurre cuando los metales reaccionan con el aire.
La corrosión y la oxidación pueden tener graves repercusiones en el funcionamiento y el rendimiento de la maquinaria industrial pesada.
Causas de corrosión y oxidación
Siempre y cuando exista calor, agua y oxígeno, se producirá oxidación y corrosión. El elemento principal que debe estar presente para que la oxidación suceda es, como su nombre sugiere, el oxígeno. La corrosión es una reacción que puede ocurrir en varias formas, principalmente la corrosión atmosférica y química.
La forma más común es la corrosión atmosférica. Cuando el agua y otras sustancias ácidas entran en contacto con metales como el hierro y el acero, el proceso de oxidación comienza. Esto provoca la corrosión del acero después de que las partículas de hierro se exponen a la humedad y al oxígeno. Dependiendo del entorno en el que se encuentre la maquinaria de una empresa, desde vehículos hasta robots de una línea de ensamble, la corrosión puede ocurrir en cualquier momento si no hay mantenimiento adecuado.
Consecuencias de la corrosión y la oxidación
La corrosión y la oxidación llevan a daños costosos y en ocasiones irreparables, en los cuales sustitución de piezas o máquinas enteras suele ser la única solución. Una vez que la maquinaria se ve comprometida por la corrosión o el óxido, puede costar millones en daños a una empresa y provocar pérdidas financieras, no solo por la reparación y sustitución, sino por la pérdida de tiempo cuando una máquina se ha averiado y baja la productividad.
Existe una amplia gama de consecuencias que la corrosión puede provocar en la maquinaria, desde efectos cosméticos (la maquinaria tiene un aspecto antiguo y poco atractivo, que es lo menos preocupante) hasta fallos prematuros y averías que acaban costando una fortuna a una empresa. Además significa una pérdida en inversión, pues reduce la vida útil de una máquina o al menos de alguno de sus sistemas.
La corrosión puede consumir lentamente incluso el mayor trozo de hierro, lo que conduce al debilitamiento de partes vitales de la maquinaria y, finalmente, a una falla mecánica. Dado que la mayoría de las máquinas pesadas están equipadas con piezas giratorias, la corrosión puede causar que estas se atasquen. En algunos casos las consecuencias pueden ser peores: implican riesgos de seguridad y amenazas a vidas humanas. Por ejemplo, un incendio iniciado en una máquina por sobrecalentamiento o alguna ruptura es peligroso, así como una falla crítica en un vehículo en movimiento también lo puede ser.
Las partes magnéticas de las máquinas también pueden verse afectadas por la corrosión, lo que hace que los imanes pierdan su efectividad.
La corrosión y la oxidación pueden provocar contaminación de los productos. Si la maquinaria utilizada para fabricar productos comestibles se corroe, es probable que el producto final se contamine, lo que podría tener graves consecuencias para la salud de las personas. Los contaminantes peligrosos también pueden ser liberados al aire, llevando a la contaminación del ambiente.
Por todo esto es indispensable dar mantenimiento adecuado (limpieza, pintura, lubricación, etc.) a toda maquina e invetir en productos de calidad para ello, en lugar de ahorrar un poco y terminar con un desastre peligroso y costoso.