Un elemento que normalmente pasa desapercibido en la industria automotriz, a pesar de su importancia, son los neumáticos. A continuación detallaremos cómo se fabrica una llanta, el único elemento del vehículo que está en contacto con el piso, que genera el movimiento y frenar el auto.
Tipos de llantas
Hoy en día, los tipos de llantas más comunes son radiales. Esto quiere decir que está compuesta por dos capas de hule y una malla de tela o metal entrelazada con 90 grados de ángulo. Luego hay otra capa de metal trenzado para la estabilidad direccional y fuerza estructural.
Todo esto permite y da rigidez al neumático, el cual al ser montado en un rin sin porosidades puede ser inflado sin necesidad de una cámara.
El segundo tipo, con cámara, es una sola capa de hule. Este no cuenta con una fuerza estructural propia, por lo tanto requiere de una cámara o llanta interior.
La cámara se infla y genera la presión, sin permitirle deformarse, por lo que mantendrá la pisada de la llanta uniforme. Adicionalmente, al tener dos neumáticos en uno se puede tener más presión y así funcionar con mayores cargas.
Proceso de manufactura
El proceso básico de cómo se fabrica una llanta radial comienza con una capa delgada de hule sintético. Se le agrega un recubrimiento de hule para comenzar a dar forma y estructura, junto con un par de aros metálicos, para comenzar a formar las paredes laterales de la llanta.
La capa de recubrimiento es doblada sobre los aros metálicos y se le agrega más hule. Con esta base, un tambor da forma al neumático para colocar la maya metálica sobre el hule. Luego, se pueden colocar sobre las capas de hule y así dejar lista la forma.
Como dato curioso, el número de alambres dentro de un neumático debe de ser un número par. Posteriormente se agregan más capas de hule, una mezcla entre sintético y natural que dan el compuesto y rigidez del neumático.
Cuando se ha aplicado todo, los neumáticos son inflados con agua caliente y presionados contra un molde para darles forma y lo que comúnmente se conoce como dibujo.
Proceso de revisión
Ya que los neumáticos son tan importantes para cualquier vehículo, una vez terminado el moldeado y que el hule se ha endurecido suficiente y enfriado, se desmonta e inspecciona minuciosamente para detectar burbujas o imperfecciones. Finalmente se montan en un rin y se inflan para probar la resistencia y así poder moverse a ventas en la tienda.
Los procesos deben estar sumamente estandarizados para garantizar la seguridad de los productos. Si el producto falla, puede resultar en millones de pérdida para cualquier compañía, y por lo tanto, debe de ser un producto minuciosamente desarrollado y fabricado.
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