Engrasar las máquinas correctamente prolonga la vida útil del equipo y mejora su rendimiento. Significa más que engrasar regularmente, sino también usar la grasa correcta.
Algunos prefieren seguir con un tipo de grasa por conveniencia e inventario, pero no todas las grasas son iguales. Al momento de elegir una, las recomendaciones del manual del propietario son el mejor punto de partida, (si las hay, aunque a menudo son vagas). Los siguientes consejos ayudan a una elección y aplicación adecuada de grasas.
Haga coincidir la grasa con la temporada
Las grasas tienen diferentes niveles de viscosidad. La viscosidad más alta funciona bien en el verano, ya que tiende a diluirse en climas cálidos y temperaturas más altas. Las grasas con menor viscosidad de aceite pueden funcionar bien en el invierno. Una grasa sintética es una opción para el frío y el calor, ya que es resistente a temperaturas de ambos extremos, aunque cuando se trate de variaciones en presión, también es importante elegir una grasa diseñada para ello.
Muchas piezas de equipos pesados están diseñadas para realizar operaciones de presión extrema, como las que implican un gran esfuerzo y cargas de choque. Para ello algunos fabricantes recomiendan una grasa con disulfuro de molibdeno o aditivo «moly», el cual penetra incluso en áreas de mecanizado más pequeñas en alfileres y casquillos, evitando que entren en contacto entre sí.
Usa diferentes grasas para diferentes partes
La temperatura de las piezas de trabajo de una máquina también entra en juego al elegir un producto. Por ejemplo, frenos que experimentan periodos de altas temperaturas de operación, pero que permanecen en su mayoría fríos, pueden funcionar con una grasa menos viscosa sintética que las piezas que mantienen altos niveles de calor constantemente durante las operaciones.
Por otro lado, para trabajos que requieren una exposición constante de la máquina a condiciones de humedad, la grasa marina a menudo es la mejor opción. Estas protegerán las partes de la maquinaria ante la exposición tanto de sal y como de agua dulce. Como beneficio adicional, la mayoría de las grasas marinas también protegerán las máquinas durante los usos de presión extrema.
Purgar antes de cambiar
Antes de usar una grasa nueva es posible que la grasa vieja deba purgarse o eliminarse por completo del equipo, debido a la incompatibilidad entre algunas de ellas. Esta purga se puede lograr mediante una combinación de desengrase y lavado a presión.
Cuando la grasa se utiliza para lubricar los rodamientos, también actúan como protección contra impurezas como polvo, suciedad y agua que causa desgaste y corrosión.
¿Cómo limpiar grasa y aceites?
La grasa puede extenderse fácilmente y, si es posible, se debe evitar. La mejor manera de hacerlo es tomar la mayor cantidad posible con un producto como bicarbonato de sodio o almidón de maíz, los cuales actúan como una esponja para absorber la grasa. Todo lo que necesita hacerse es echar un poco de polvo en el lugar de la grasa, y dejarlo en remojo durante unos 15 minutos. Luego se puede raspar o aspirar el polvo fácilmente, junto con mucha de la grasa excedente.
Retire la grasa restante con solvente de limpieza en seco: como todos sabemos, el aceite y el agua no se mezclan por lo cual se debe usar un solvente, para eliminar el resto de la grasa. Para hacer esto, aplique una pequeña cantidad de solvente de limpieza en seco a un paño blanco y seque suavemente en la mancha de grasa, permitiendo que la grasa se transfiera de la superficie de la máquina al paño. Continúe borrando hasta que se elimine la mancha.