Lubricar un motor es esencial pues se considera el corazón de un vehículo o máquina. La fricción se reducirá en gran medida, lo que también reducirá el desgaste y la acumulación de calor (previniendo el sobrecalentamiento). Si el motor está lubricado adecuadamente como parte del mantenimiento correcto del mismo, este funcionará con mayor fluidez y eficiencia, además de que se mantendrá en buenas condiciones durante más tiempo y su vida útil será más prolongada.
La lubricación adecuada del motor es un proceso un tanto complejo que resulta interesante de conocer. El aceite lubricante debe realizar varias funciones bajo diversas condiciones de operación. Las siguientes son algunas de las más básicas:
• Da un espacio entre las partes metálicas móviles de un motor para minimizar el desgaste, la fricción y el sobrecalentamiento.
• Dispersa el calor. La fricción de las partes móviles de un motor y la combustión del combustible generan calor que debe liberarse, de lo contrario, su motor puede sobrecalentarse y dejar de funcionar. El lubricante reduce la fricción y se lleva un poco del calor, aunque se requiere también un método de enfriamiento.
• Un lubricante suspende y absorbe la suciedad y otros elementos extraños. Las partículas de carbón y la suciedad deben ser transportadas por el lubricante al filtro de aceite donde quedan atrapadas para no dañar las piezas del motor. No cambiar el aceite a tiempo pone en riesgo esta capacidad.
• Neutraliza los ácidos que podrían acumularse y arruinar las superficies de acero pulido.
• Un lubricante recubre todas las partes de su motor. El aceite lubricante que deja una cubierta protectora en cada parte cuando el motor esté apagado, lo cual evita la corrosión y el óxido. Cada máquina requiere un aceite lubricante con una viscosidad particular y que sea capaz de trabajar en ciertos rangos de temperatura.
• Resiste la acumulación de barniz y lodo, además de soportar calor extremo sin alterar las propiedades físicas o descomponerse.
• El lubricante debe permanecer fluido incluso en condiciones de clima muy frío y permanecer lo suficientemente grueso como para proporcionar protección al motor durante las temporadas de calor.
Los últimos dos punto son de situaciones extremas y reflejan las ventajas de los aceites sintéticos sobre los minerales. Si bien los segundos son más baratos en su precio por volumen, el rendimiento de los sintéticos es más largo. Además no hay aceites minerales capaces de soportar ambos extremos del termómetro, mientras que algunos los sintéticos sí están diseñados para trabajar en frío y calor.
Tras un periodo de tiempo los aditivos presentes en los aceites de motor pueden agotarse debido al uso mismo. Por lo tanto se reduce la protección otorgada a la maquinaria. Para reponer y mantener un nivel ideal de aditivos, se utilizan productos de tratamiento de aceite, así como sustitución del mismo con la frecuencia que requiera cada máquina.
El mantenimiento adecuado de todo motor incluye cambio de lubricante y el filtro según lo que recomiende el fabricante o los especialistas dedicados a su mantenimiento.