En Bardahl ya te hemos platicado tres consejos para alargar la vida del motor de tu camión, pero, dado que hay diferentes tipos de camiones, hoy te vamos a explicar las diferencias de mantenimiento entre un camión de pasajeros y uno de carga.
Además del clima y las lluvias, cuando hablamos de un camión de pasajeros, los riesgos de seguridad se vuelven más grandes y es importante controlarlos lo más que se pueda. Un camión de pasajeros con poco mantenimiento podría poner en riesgo la vida de estos. Algunos deterioros como el desgaste de las llantas, fallas en el motor y otros daños pequeños podrían ser resultado de no cambiar aceites y fluidos en los tiempos y formas correctos.
Como cualquier otro vehículo antes de un viaje, los autobuses deben de ser revisados, cubriendo todos los elementos mecánicos y electrónicos, con el fin de prevenir cualquier posible accidente y reparar o sustituir los elementos que lo necesiten.
Entre las revisiones más importantes están las de todas las llantas, con el fin de garantizar que tengan la presión óptima; los filtros de aceite, de aire, de combustible; el sistema de frenos del vehículo; su sistema de amortiguación; sus sistemas de escape. Junto a las revisiones mecánicas la electrónica debe, también, garantizar un pleno rendimiento.
Los camiones de carga, por otra parte, son máquinas que pueden ser caras de mantener, pero si sigues los siguientes consejos, podrás alargar su vida útil.
Los filtros de aceite y de aire. Estos deben cambiarse siempre que se les haga el servicio, ya que contribuyen significativamente al consumo de gasolina del camión. Los filtros de aceite, como su nombre indica, filtran la suciedad de la máquina, para remover todo tipo de partículas extrañas que, normalmente, se cuelan al aceite cuando no está limpio. Los filtros de aire remueven las partículas de polvo del aire que provienen de la combustión. El aceite de motor también es otro fluido que debe ser cambiado regularmente según el clima y siempre que se vea muy oscuro.
Frenos, amortiguadores y llantas. Estos tres elementos son fundamentales en cualquier tipo de vehículo, pero más en los camiones. Los frenos, los amortiguadores y las llantas permiten que el camión se maneje de forma segura.
Los frenos son los encargados de parar el camión. Hay que revisarlos cada cierto tiempo y proceder a cambiarlos cada 30.000 kilómetros, aproximadamente, o cuando se empiecen a ver señales de desgaste.
Los amortiguadores absorben las imperfecciones del terreno, como los baches, y aseguran la estabilidad. Además, soportan el peso y la carga del camión, trasladan la fuerza motriz y de frenado y reducen los impactos y vibraciones de la marcha. Unos amortiguadores en mal estado llevan a un desgaste prematuro de las llantas y afecta a la dirección y a otros componentes.
Las llantas son el único elemento de contacto con el pavimento y es fundamental que el agarre sea óptimo para garantizar la seguridad. Las ruedas de los camiones son mucho más grandes y resistentes que las de un coche, pero también hay que estar atento a su desgaste. Debes controlar la presión de los neumáticos y comprobar que sea la recomendada por el fabricante. Esto es bueno que lo hagas antes y después de cada viaje.
Líquidos. Otro punto imprescindible en el mantenimiento de camiones son los niveles de líquidos, especialmente, el aceite. Este se encarga de mantener lubricadas todas las piezas móviles del motor para evitar que se dañen con la fricción, así como de mantener el motor a una temperatura óptima.
Los camiones, tanto de pasajeros como de carga, realizan largos trayectos y recorren miles de kilómetros en poco tiempo. Así que el buen mantenimiento es muy importante para mantener a los choferes, pasajeros y todos a su alrededor seguros, lo que obliga a una constante revisión.