La modernización de la infraestructura es una prioridad en la lucha contra el cambio climático. Uno de los ejemplos más impresionantes de infraestructuras de energía limpia es el metro de París. Este transporte ha avanzado con un gran proceso de modernización, y el enfoque se ha centrado en adoptar soluciones energéticas limpias. La introducción de fuentes de energía bajas en carbono ha permitido a los parisinos viajar de la forma más limpia y eficiente posible.
El gran objetivo de la renovación del metro de París
El metro de París no sólo es uno de los primeros del mundo, sino también uno de los más grandes. Con 324 kilómetros de vías y un total de 303 estaciones, es muy utilizado tanto por sus habitantes como por los turistas. Además de por su tamaño, el metro es también un sistema con décadas de antigüedad que ha causado un importante desgaste medioambiental. Para incorporar fuentes de energía más limpias, la agencia de desarrollo de París se ha fijado el gran objetivo de renovar las obsoletas infraestructuras y sustituirlas por soluciones bajas en carbono.
Origen de la energía limpia
En 2015, París anunció una importante modernización del metro, parte de la cual incluye la transición a fuentes de energía renovables bajas en carbono. La principal fuente de energía del metro de París es ahora la electricidad. Esta electricidad se obtiene de plantas eólicas, solares y de biomasa. Además, algunas estaciones también están equipadas con sistemas de iluminación que funcionan con células fotovoltaicas. Además, algunas estaciones también disponen de sistemas de iluminación inteligente que sólo se activan cuando es necesario. Estos sistemas han reducido considerablemente el consumo energético de las estaciones de metro.
Crear un aire más limpio en una vieja institución
Los antiguos sistemas de metro de París producían cantidades significativas de contaminación atmosférica. En los últimos años, el metro se ha convertido en un gran usuario de fuentes de energía limpia y bajas en carbono. Esta fuente de energía respetuosa con el medio ambiente ha propiciado una reducción significativa de la contaminación atmosférica generada por el metro. La transición a fuentes de energía bajas en carbono desempeña un papel importante en la mejora de la vida de un sinfín de parisinos.
Los autobuses eléctricos como solución de transporte ecológico
Además de confiar en la energía baja en carbono para su metro, París también ha desplegado autobuses eléctricos. Los autobuses eléctricos están equipados con frenos regenerativos, que permiten recapturar y almacenar la energía que se desperdicia cuando los autobuses se retardan. Este enfoque reduce enormemente las emisiones, a la vez que ahorra dinero a la ciudad. También son más silenciosos que los autobuses diésel tradicionales, lo que proporciona a los pasajeros una experiencia de viaje más tranquila y agradable.
Mirando hacia un futuro más sostenible
Los sistemas de metro y autobuses de París son ahora ejemplos de cómo ofrecer servicios esenciales de forma que tengan un impacto mínimo en el planeta. París es un ejemplo a seguir por otras ciudades en la implantación de infraestructuras de energías limpias. Además, las inversiones realizadas en el metro y en los sistemas de transporte público ejemplifican el compromiso de París por avanzar hacia un futuro sostenible. La transición de París a la energía baja en carbono y a las fuentes renovables ha tenido efectos positivos en la contaminación atmosférica y acústica, así como en sus objetivos climáticos. En definitiva, la transición a fuentes de energía más limpias ha sido beneficiosa para la ciudad y sus habitantes.