La corrosión es un proceso natural que gradualmente destruye los metales por reacción química o electroquímica. Convierte un metal refinado en una forma más estable. La oxidación es la forma más común de corrosión por la cual los óxidos del metal original dan como resultado una coloración naranja distintiva. Existen diferentes formas de corrosión:
La corrosión general ocurre cuando toda la superficie del metal permanece expuesta, lo que conduce a un deterioro hasta el punto de falla. Esto representa la mayor cantidad de destrucción de metal, pero es más seguro ya que es predecible, manejable y prevenible.
La corrosión galvánica ocurre cuando dos metales tienen contacto físico o eléctrico entre sí. También puede ocurrir cuando el mismo metal está expuesto a un electrolito con diferente concentración. Esta corrosión ocurre principalmente en áreas marinas, tuberías o estructuras metálicas (en áreas con agua que contiene sal).
La corrosión intergranular es provocada por un ataque químico o electroquímico en los límites del metal. Se produce debido a las impurezas en el metal, que son de una mayor concentración en los límites de grano.
La lixiviación selectiva es la corrosión que ocurre selectivamente en las aleaciones. Una aleación es una combinación de metales como el zinc y el cobre. Puede ocurrir corrosión, desestabilizando el zinc y dando como resultado un cobre deteriorado.
El uso repetido, el peso y la vibración en superficies irregulares producen corrosión por fricción. Ocurre principalmente en maquinaria de rotación e impacto.
Cuando los combustibles en turbinas de gas, motores diesel y otras máquinas entran en combustión (si están hechos de vanadio o sulfatos), forman compuestos con un bajo punto de fusión. Los compuestos formados corroen las aleaciones de metal, normalmente resistentes al calor. Esto se conoce como corrosión por temperatura.
La corrosión tiene una serie de consecuencias. En términos económicos, la corrosión puede causar enormes pérdidas a las empresas, ya que afecta su rendimiento. Los dispositivos protésicos de metal, como las articulaciones de cadera, enfrentan muchas limitaciones debido a la corrosión. Causan inflamación alrededor de los implantes y algunas veces fracturan los dispositivos. La corrosión también pone en peligro la seguridad de nuestras estructuras modernas tales como aviones y puentes. Esto puede provocar lesiones graves y la muerte.
La corrosión también ha sido una barrera contra el avance de la tecnología. Por ejemplo, la extracción de petróleo en mar y tierra es uno de los sectores afectados. Esto se debe a que solo unos pocos avances pueden soportar altas temperaturas y ambientes altamente corrosivos. La corrosión también ha afectado a los artefactos recolectados de nuestros antepasados. Preservar el hermoso pasado ha resultado difícil, especialmente con la contaminación ambiental actual.