Si bien el desarrollo de tecnologías que aprovechen fuentes de energía renovable es algo que varios países priorizan como nunca antes, la realidad es que aún dependemos de combustibles fósiles para la producción de gran parte de la energía que usamos en todo el mundo.
Por ello también son importantes los avances que se hacen para reducir las emisiones contaminantes, dentro de lo cual se incluye el mantenimiento habitual de toda maquinaria pesada y distintos productos (y hasta la fabricación misma de motores) diseñados para mejorar el rendimiento.
El arranque y la combustión
En toda máquina el calor suele ser energía que se desperdicia. Además de que el sobrecalentamiento puede causar averías severas en cualquier motor y otros sistemas de toda máquina, en sí mismo representa energía que se libera pero que no se aprovecha para nada.
Cuando un mecanismo se acciona, el simple movimiento produce calor debido a las leyes de la termodinámica. Reducir ese calor mediante la lubricación y sistemas de ventilación y enfriamiento, mejora el desempeño del sistema y, por lo tanto, aprovecha la mayor cantidad de energía posible en el trabajo deseado.
En el caso de camiones, tractores y tráileres, la fuente principal de energía es la combustión de, valga la redundancia, un combustible y el trabajo deseado es el movimiento. El calor es un desperdicio energético, pero la naturaleza misma de la explosión en la combustión, además de la fricción entre piezas metálicas, lo genera.
A esto se suma la necesidad de lubricación de todo motor. El sistema que hace fluir al aceite lubricante suele tardar unos minutos después del arranque en hacerlo recorrer y recubrir todas las piezas necesarias. Por ello es recomendable el uso de aditivos para lubricante, pues dan una protección adicional al motor.
Facilitadores de arranque
El arranque de motores diésel se logra mediante la compresión del mismo combustible. Al ejercer mucha presión sobre él, aumenta la temperatura y explota, lo cual inicia la reacción continua de su quema, a diferencia del chispazo de las bujías en vehículos de gasolina.
Sin embargo en condiciones de mucho frío, así como otras situaciones que compliquen el arranque, resulta complicado este proceso y múltiples intentos suelen desgastar el motor, además de tomar tiempo adicional.
Para ello se utilizan facilitadores de arranque. Estos usualmente son latas de aerosol que contienen una fórmula de hidrocarburos muy volátiles. Su función es sencilla pero benéfica: como su nombre lo indica, al ser uy inflamables, facilitan el inicio de la quema, pues aumentan la temperatura en el arranque, lo cual permite que inicie la combustión del diésel con mayor facilidad.