Arar, sembrar y cosechar la tierra es un actividad indispensable alrededor del mundo, para el sustento de nuestra especie, así como para otras especies domésticas que también dependen de cultivos hechos por nosotros, como el ganado bovino. Aunque la agricultura apareciera hace más de 9 mil años en algunas partes del mundo, esto no significa que ya no haya barreras que superar.
Algunos de los retos constantes son la influencia del clima en los cultivos, así como en la maquinaria; y también hay cuestiones como plagas y demandas del mercado, así como los mismísimos problemas económicos del globo que no siempre se relacionan directamente con la agricultura, pero sí es común que la impacten. Por ejemplo los costos de energéticos están ligados directamente con ella, así como los avances de la automatización.
Por tanto es común que la agricultura dependa en gran medda de los avances tecnológicos para hacer frente a estas dificultades. El primer ejemplo fue el aumento en la densidad poblacional de las grandes urbes: obligó a la mejora de herramientas que culminaron con la creación de los primeros tractores y sus distintos aditamentos para cumplir una diversidad de funciones en grandes terrenos, que ya era imposible realizar con simple labor humana.
Quizás el problema más grave en países en desarrollo, es hacer entender a la inversión pública y privada que la tecnología y maquinaria necesarias para la agricultura va mucho más allá de los tractores y otras máquinas especializadas en la siembra y cosecha. Los sistema de riego que logran liberar a la agricultura del clima, son de máxima necesidad y una de las áreas más descuidadas, por lo cual también representa una oportunidad para quienes la aprovechen con la entrada de capital y tecnología.
Otro de los retos es el mantenimiento del equipo y el desconocimiento popular de ello. Claro que no se trata de que toda la población deba estar familiarizada con los detalles, sin embargo el hecho de que la actividad agrícola se perciba como algo lejano por muchos, hace que quede fuera del interés público, y por lo tanto de la agenda social. Sin mencionar los retos preupuestales y de corrupción en cada país.
El avance de la tecnología ha permitido que la maquinaria mejore, que sus resultados sean cada vez más eficientes y que su mantenimiento se especialice. Por eso es importante contar no solo con máquinas capaces de aumentar la producción y reducir el esfuerzo necesario en el trabajo: también se necesita al personal y los insumos necesarios para mantener dicha inversión y que rinda los mejores frutos posibles.