Dentro del rango de distintas maquinarias y motorizaciones, cada una es totalmente distinta. Desde el tipo de combustible hasta diferentes aplicaciones e industrias o componentes que cada uno utilizan.

A pesar de esto, existen algunas similitudes en cuanto a algunos componentes. Tal es el caso de los baleros, con los cuales cuentan todas las maquinarias y vehículos.

Estos tienen la misma función que es permitir que los componentes puedan girar reduciendo el coeficiente de fricción y con eso, el desgaste.

La historia de los baleros

Algunos sistemas similares a los baleros han sido aplicados desde hace muchos siglos. Sistemas de rodamiento que permiten reducir la fricción y realizar tareas con mayor facilidad.

La primera patente de un balero data de 1794, por Phillip Vaughan. El primer radial se inventó en 1869 por Jules Suriray, un mecánico de bicicletas. Jules buscaba reducir el esfuerzo necesario para impulsar las bicicletas que fabricaba.

A lo largo de la historia, se han realizado diferentes diseños para distintas aplicaciones. Sin embargo todos con el mismo principio, una fila de balines metálicos o cerámicos prensados entre dos anillos metálicos, uno externo y uno interno que, gracias al libre giro de los balines, permiten que giren en direcciones distintas.

Lubricación de los baleros

Sin importar el material con el cual están fabricados los balines del balero, estos necesitan lubricación para evitar desgaste, y sobre todo para evitar que la fricción eleve la temperatura.

Conforme la maquinaria es utilizada, la humedad, aceites viejos, tierra y otros contaminantes ingresan a los baleros expuestos lo que provoca que el deslizamiento de los balines se dificulte un poco más.

Para limpiar los baleros se puede rociar afloja todo sobre todas las superficies y de ser posible, frotar con un cepillo de cerdas suaves para procurar quitar todos los elementos ajenos.

Una vez que los baleros están limpios, una grasa fibrosa Bardahl ayudará a que los baleros se mantengan lubricados y limpios por más tiempo. Adicionalmente la grasa fibrosa:

• Tiene alta adhesividad sin importar la velocidad a la cual giren los baleros
• Es resistente a las temperaturas moderadas de trabajo, por lo que no se diluirá con el trabajo.
• Provee alta estabilidad mecánica, permitiendo que los baleros mantengan el mismo uso por mayor tiempo.
• Tiene funciones anticorrosivas, por lo que evitará formaciones de óxido y posteriormente corrosión.

En el caso de los baleros sellados, deberá de utilizarse una pistola de grasa para ingresar la presión suficiente de grasa fibrosa y que permita el libre deslizamiento de los baleros.

El mantenimiento de la maquinaria y vehículos debe de ser una serie de tareas metódicas y dedicadas para garantizar que los componentes no sufran de desgaste innecesario.

Los baleros, por pequeños que pudieran parecer, podrían dejar la maquinaria inservible y por esta razón deben de ser mantenidos adecuadamente.

Toda la información del mantenimiento de la maquinaria y maneras de que puedan ser más rentables se encuentra en esta liga.