Para poder manejar vehículos industriales como tractores, grúas y montacargas es importante contar con un sistema de dirección que sea confiable, responda rápidamente y, además, reduzca la fatiga física al maniobrarlos por largas horas, por lo que los sistemas de dirección asistida resultan fundamentales.
El sistema de dirección asistida más popular y extendida en los grandes vehículos es la dirección hidráulica, ya que este importante desarrollo tecnológico permite poder girar las ruedas del vehículo de una manera ligera. Además, reduce los tiempos de reacción ante imprevistos y facilita el poder ejecutar maniobras complejas a bajas velocidades.
¿Cuál es el origen de la dirección hidráulica?
Las direcciones hidráulicas están dentro de los primeros modelos de dirección asistida que se han llegado a utilizar, y se han impuesto como un estándar casi universal, siendo el primer sistema diseñado en 1926, sin embargo, no fue hasta después de la segunda guerra mundial que este mecanismo se popularizó.
¿Cómo funciona la dirección hidráulica?
La dirección hidráulica ayuda a disminuir el esfuerzo al maniobrar vehículos (especialmente pesados), de manera frecuente, por medio de una bomba. Esta presuriza un líquido que se envía, a través de mangueras y tubos, hacia la caja de dirección.
Dentro de esta caja de dirección están ubicados unos sellos que, al recibir la presión del fluido, impulsan unas varillas de acoplamiento que unen las ruedas con la caja de la dirección, lo que les permite desplazarse de manera rápida hacia la izquierda o la derecha según desee el operador.
El funcionamiento de la dirección hidráulica puede variar mucho dependiendo del fabricante, pero en todos los casos, la idea general es que estos sistemas utilicen el giro del cigüeñal para poder transmitir, mediante una correa, el movimiento de girado a la bomba, la cual proporcionará la presión hidráulica a un circuito cerrado.
¿Cómo se le realiza mantenimiento al sistema de dirección hidráulica?
El mantenimiento del sistema hidráulico se realiza en dos frentes distintos, en primer lugar, es fundamental mantener siempre todo el sistema limpio, los empaques húmedos y todas las juntas bien engrasadas, para poder evitar los síntomas de desgaste y/o falla.
En segundo lugar, se debe utilizar un líquido para la dirección hidráulica, el cual se diseña específicamente para estas funciones, ya que este líquido permitirá que las maniobras sean realizadas de manera suave y silenciosa al manejar, además de servir de protección extra para los sellos y los hules de la dirección, proteger contra el desgaste y reducir la fricción.
Con un buen mantenimiento es posible disfrutar de los beneficios que ofrecen las direcciones hidráulicas a los vehículos pesados cada vez que se maneje y/o maniobre.