A todos nos ha sucedido en algún momento: entrar en la sección de grasas y lubricantes sin entender en lo más mínimo qué son, para qué sirven o cuál debemos utilizar en nuestro chasis. Es normal la confusión en esta situación y es necesario buscar ayuda para solucionarla. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer para evitar que esta situación sea recurrente es aprender un poco sobre el tema y tomar una decisión informada.
La resequedad en el chasis hace que, además de hacer ese horrible y envergonzante chillido, el contacto entre los metales sea más fuerte, resultando en una erosión que termina dañando las piezas y generando costos mucho mayores que la misma grasa. Es por ello que el chasis necesita ser revisado y engrasado cada seis meses como mínimo, para mantener su buen funcionamiento y estructura.
Existen distintos tipos de grasas para chasis, pero en términos generales todos están hechos con una mezcla de aceites básicos, aditivos antifricción y espesantes diversos. Unir estos componentes ayuda a que el impacto entre los metales de las piezas sea menos rígido y de esa manera se disfrute de múltiples ventajas.
Beneficios de la grasa para chasis
Reduce la oxidación y corrosión
Aunque estos fenómenos siempre están presentes, la existencia de grasa específica para chasis evita que actúen de forma rápida y fuerte, para así prevenir problemas graves y detectar los inicios de la oxidación a tiempo.
Impide el ingreso de sustancias indeseadas
En muchos casos la falta de lubricación trae como consecuencia que distintos elementos existentes en el ambiente contaminen otras partes del sistema.
Evita el sobrecalentamiento
Las características propias de la composición de estas grasas disminuyen el calor que se genera durante la fricción, y a su vez, reducen las probabilidades de que la temperatura cause daños graves en el chasis.
Permite un mayor desempeño
Al haber menos fricción en el choque entre las piezas, el vehículo puede ser utilizado a un mayor ritmo de trabajo sin que existan remordimientos de conciencia o problemas de rendimiento o mantenimiento.
Alarga la vida de vehículo
Un chasis engrasado no solo mejora el funcionamiento de las piezas, sino que también ayuda a que estas duren más tiempo, incluso ante la presencia de humedad, pues suelen repelerla, junto con el resto de los contaminantes potenciales.
Influye en el bolsillo
Aumentar el tiempo de vida de los repuestos y alargar sus tiempos de cambio, influye positivamente en la rentabilidad del vehículo. Además, los costes de la grasa de chasis no son elevados.
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