Una de las maneras más eficientes de sembrar y cosechar productos fuera de temporada son los invernaderos. Estos ayuda a que incluso en regiones que cuentan con condiciones climáticas que no favorecen el crecimiento de ciertos vegetales, frutas, plantas o incluso leguminosas, sea posible. Muchas empresas buscan proveer de estos productos y usan los invernaderos para controlar ciertos factores de siembra que normalmente no podemos controlar.
¿Cómo funcionan los invernaderos?
Un invernadero es una estructura de vidrio o plástico que cubre completamente una sección en donde se sembrarán plantas. La función del invernadero es permitir que ingresen los rayos del sol, energía lumínica, para que golpeen las plantas. La fotosíntesis permitirá que estas transformen la energía y el dióxido de carbono y permitan que salga el oxigeno. Este proceso genera calor, que se emana de las plantas y gracias a los vidrios, no permite que el calor salga, por lo que la temperatura continuará por incrementar.
Ya que se tiene la temperatura deseada, los ventiladores controlan la salida del aire caliente para mantener esa temperatura. Un invernadero puede sufrir de sobre calentamiento del aire y eso llegaría a matar la siembra.
Limpieza
Uno de los primeros elementos que permiten el correcto funcionamiento de los invernaderos es la limpieza de la cubierta. Ya sea de vidrio o plástico, permita el correcto paso de la luz, y así las plantas puedan recibir la tan preciada energía de los rayos UV provenientes del sol. Para limpiarlos debes recurrir a productos que no lleguen a dañar las plantas, y es en dónde la palabra biodegradable se convierte fundamental. El proceso de limpieza es con espuma de quitamanchas y se debe de realizar de arriba hacia abajo, para no ensuciar lo que ya se ha limpiado.
El exterior, sobre todo de los cristales, permite el uso de materiales un poco más agresivos. Así ayudarán a evitar que elementos de suciedad y corrosivos se queden pegados en las superficies, y como beneficio adicional, la limpieza no se deberá realizar de manera tan constante.
Funcionamiento
Los ventiladores son los encargados de regular la temperatura interior, por lo tanto, deben de estar funcionando al cien por ciento de su capacidad. Se les debe de dar el mantenimiento apropiado para que estén disponibles en cuanto se necesiten. La mayoría son propulsados de manera eléctrica y esto simplifica el proceso de mantenimiento, ya que un motor eléctrico no requiere de mucho mantenimiento.
Si los ventiladores son de plástico, se deberán de mantener limpios. Las superficies del plástico deben contar con un recubrimiento que no absorba la radiación de la luz solar y debilite la estructura, afectando su durabilidad. Para esto puedes aplicar un abrillantador.
En el caso de los ventiladores metálicos, la principal preocupación debe de ser la corrosión. Para ello se deben proteger con agentes anticorrosivos, como un lubricante multiusos, para que todo este perfectamente lubricado y se tenga la certeza que la humedad no afectara en nada.
Un invernadero es una gran inversión y lo que crece dentro, aún más. Protegerlo y cuidarlo, ayudará que tus rendimientos económicos sean mayores y trabajar con nuestros activos, más sencillo. Acércate a nosotros, tenemos muchas ideas que ayudarán a tu negocio.