El 18 de febrero del 2021, la NASA aterrizó exitosamente el vehículo explorador Perseverance en Marte. Después de siete meses de viaje, comenzó una misión de exploración en el planeta que durará dos años marcianos, es decir, unos 4 años nuestros. Esta misión aportará datos sobre el planeta Rojo y tratará de verificar si hay presencia de una posible vida microbiana antigua.
Entre las tareas del Perseverance está la recolección de muestras de rocas y sedimentos, así como la instalación del primer helicóptero llamado Ingenuity, que ayuda al rover a planear mejor las rutas de exploración. Pero, el objetivo principal es encontrar vida microscópica en la zona.
La Misión de Perseverance
Perseverance llevará a cabo su exploración en un cráter llamado Jezero, que se cree que fue un antiguo delta fluvial de aproximadamente 4.100 millones de años, y es el que, en opinión de Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la NASA para la ciencia en Washington, es la zona donde mayor probabilidad de encontrar vida hay.
El rover fue diseñado con un tamaño de 3 metros de largo por 2.7 metros de ancho, por 2.2 metros de alto y con un peso de 1.025kg. Por supuesto, el vehículo fue creado para resistir el duro clima de Marte y cuenta con una fuente de energía a base de generador, baterías de ion-litio y paneles solares de alta densidad.
Perseverance cuenta con una herramienta de análisis de muestras, un láser autónomo para estudiar minerales, un radiómetro para medir la temperatura y la humedad, una lupa para un análisis microscópico de los suelos, y una cámara para obtener imágenes a corta y larga distancias.
¿Vida extraterrestre?
Los científicos que trabajan en la misión Perseverance investigarán la posible existencia de vida microscópica antigua en Marte. Para poder confirmar o descartar que hay vida en ese planeta, la misión de la NASA recogió muestras de rocas y sedimentos que serán enviadas a la Tierra para su estudio.
Hasta ahora, la recolección de muestras se ha realizado de manera exitosa, mientras que la exploración de Marte ha mostrado una superficie mucho más interesante de lo esperado. Perseverance ha recorrido una enorme cantidad de terreno alrededor del cráter Jezero, midiendo la temperatura y la humedad, investigando minerales con láser autónomo, mirando a través de cámaras con zoom y examinando suelos con una lupa microscópica. Esta misión ha servido para poner los cimientos para futuras visitas al planeta rojo.