El petróleo es uno de los líquidos que hacen que el mundo se mueva y tiene la peculiaridad de que se mide en barriles. O sea, se puede medir en litros, galones y toneladas como cualquier otro líquido, pero la medida convencional es en barriles. ¿Por qué?
En el caso del petróleo, como con muchas cosas, medirlo en barriles es por uso y costumbre. ¿De dónde salió? De la forma como se almacenaba en 1860. En ese entonces, el petróleo crudo se extraía y se guardaba en cualquier recipiente que hubiera al alcance; poco a poco, se dieron cuenta de que los barriles de whisky eran los más prácticos y los de mejor capacidad (40 galones). Con la idea de que las refinerías recibieran todo el petróleo extraído, lo llenaban hasta 42 galones.
Los barriles de whisky eran de madera y pronto fue notorio que no era el mejor material para almacenar el petróleo. Así, se construyeron unos tambos de metal que evitaban las fugas y la contaminación del crudo; estos contenedores tenían una capacidad de 55 galones, pero, se quedó la medida de 42 (160 litros, aproximadamente) como estándar.
A pesar de que para nosotros es muy común hablar de barriles de petróleo, no se mide así en todo el mundo, ya que no en todos lados se almacena en ese tipo de contenedores. En muchos países, en particular del Medio Oriente, el crudo se extrae y pasa a un sistema de tuberías u oleoductos que lo llevan directamente a la refinería o a buques de carga.
Los barriles, como unidad de medida, son tan sólo una referencia y no la medida más exacta ni la que se usa en la industria petrolera; y sólo aplica al crudo. Sin embargo, es útil usarla para establecer parámetros más fáciles de comprender.