La energía eléctrica se ha convertido en una necesidad básica de todo ser humano. Nos hemos acostumbrado tanto a ella que cuando se va, no sabemos qué hacer. Sin energía eléctrica, por ejemplo, no podrías estar leyendo este artículo.
Empresas de todas las industrias y oficinas, requieren de este insumo básico, y cada vez más, buscan maneras de reducir el costo del consumo. Por ello, muchas de ellas han recurrido a energías renovables, aunque la inversión inicial para lograr que el desempeño de estas adaptaciones sea realmente notable es alto y el tiempo de implementación largo.
Algunas veces pasamos por alto acciones que podemos aplicar de manera inmediata, sin notar que estas pueden ayudarnos a reducir los costos de consumo de energía eléctrica.
Relación entre la limpieza de las ventanas con la corriente eléctrica
Sin duda alguna todos hemos escuchado hablar del efecto invernadero. Es el efecto que tiene la refracción de la luz al rebotar entre las paredes de un edificio. Esto genera calor, de tal forma que se pueden cosechar alimentos durante el invierno.
Ahora imaginemos que el calor proviene no solo del exterior, del sol específicamente, si no también de las personas que están dentro de una oficina y del equipo o electrónicos que encontramos para laborar. Todo ese calor necesita una salida y si los vidrios del lugar están sucios parte de la reflexión rebotará hacia el interior, incrementando la temperatura cada vez más. Entre más calor al interior, los sistemas de ventilación trabajarán más para tratar de mantener la temperatura, consumiendo una mayor cantidad de energía eléctrica.
La segunda relación es el ingreso de la luz natural del exterior. Esta se verá bloqueada y resultará en que para poder trabajar, se requiera mayor cantidad de luces encendidas por largos periodos de tiempo, incluso si se han substituido todos los focos y lámparas de la oficina por ahorradores o LED.
Entre más tiempo están encendidos los focos o las lámparas, su consumo será mayor y conforme no permitimos que la luz entre de manera natural a la oficina, tendremos que hacer uso de la luz artificial, aunque se contradice un poco con el punto anterior, se debes encontrar el balance para evitar aumentar el consumo energético.
Lavado de los vidrios
La limpieza de los vidrios debe hacerse de manera constante y tanto al interior como al exterior. Y cada uno es diferente, en cuanto al proceso y productos para utilizar ya que están expuestos a elementos muy distintos. Por ejemplo, para exteriores te puedes beneficiar de un limpiador de cristales que permita que no se peguen elementos ajenos después de la limpieza y que sea más fácil el mantenimiento más adelante; además de dar un aspecto perfecto a la fachada de las oficinas.
Para el interior, algunas empresas prefieren sustancias sin aromas, o con agentes desinfectantes que no permitan la formación de manchas. Sin embargo, el fin último es que la luz pueda entrar y el calor salir, para así evitar un consumo elevado de energía eléctrica. Lo importante no es solo ser una empresa comprometida con el medio ambiente, si no también reducir los costos variables y al final ser más rentables.