Durante el transcurso del año 2022, poco después de la finalización del confinamiento obligatorio por la COVID-19, el mundo se sorprendió amargamente por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. El país liderado por Vladimir Putin le declaró la guerra a Ucrania y ese hecho trajo consecuencias nefastas a Europa y al resto del mundo. La guerra en Ucrania disparó la inflación a nivel mundial y generó enormes problemas en el suministro de gas natural en Europa. Para entender por qué pasó esto hay que saber que Rusia le proveía a Europa el 40% del gas natural. Al estallar el conflicto bélico, Rusia sólo le entrega el 15% del gas natural al Viejo Continente.

Actualmente, Rusia es el factor determinante de la altísima inflación que está sufriendo el mundo entero y eso tiene que ver con que este país es un importantísimo proveedor del gas natural en el planeta. El gas es uno de los recursos energéticos más importante para el funcionamiento de varias industrias que mueven al mundo. El gas natural forma parte de procesos como la pasteurización de alimentos lácteos, la fabricación de acero para los vehículos, la elaboración del vidrio, entre muchos otros.

Al faltar el gas debido a la guerra Rusia-Ucrania, los precios de los productos aumentan y se genera inflación. La realidad indica que las empresas no pueden reemplazar rápidamente un recurso fundamental como el gas. Ante la falta de éste, los procesos se complican y, por lo tanto, los precios suben aceleradamente. Rusia era el principal proveedor de gas en Europa, por eso, este continente es el que más complicaciones tiene actualmente. Sin embargo, todos lo países del globo sufren las consecuencias de la guerra en ucrania. Este conflicto influye en el aumento de precio de los alimentos, los combustibles y demás necesidades que dependen del suministro del gas natural.