Las industrias tradicionales —como la manufactura, la construcción, la minería o la agroindustria— enfrentan un gran desafío: captar el interés de las nuevas generaciones. Mientras los jóvenes sueñan con trabajar en tecnología, startups o en sectores creativos, los más “clásicos” deben reinventar su propuesta de valor para ser atractivos.
¿Hay un choque generacional en la industria?
Las generaciones Millennial y Z valoran aspectos muy distintos a los que priorizaban las generaciones anteriores. No buscan únicamente estabilidad, sino también propósito y desarrollo personal.
Prefieren entornos con tecnología, flexibilidad y aprendizaje constante. El salario sigue siendo importante, pero no es suficiente: de hecho, según Gallup, el 60% de los jóvenes prioriza la posibilidad de crecer profesionalmente sobre un incremento inmediato de sueldo.
¿Qué buscan los jóvenes en la industria?
El 70% de los jóvenes entre 18 y 34 años cambiaría de empleo si encontrara una empresa con mejor cultura laboral (Deloitte Global Millennial Survey, 2023).
En industrias tradicionales, la rotación de personal joven puede alcanzar el 40% anual, el doble que en sectores tecnológicos (PwC, 2022). Empresas que han incorporado programas de innovación y digitalización han visto un 20% más de retención de talento joven (McKinsey, 2021).
Estos datos muestran una realidad: si no hay cambios internos, los jóvenes simplemente se van.
¿Cómo atraer y retener talento joven a mi industria?
- Ofrecer un propósito claro: Los jóvenes quieren saber para qué sirve su trabajo y cómo impacta en la sociedad. Por ejemplo: una empresa de manufactura puede resaltar cómo su producción contribuye a la sostenibilidad o al desarrollo de la comunidad.
- Flexibilidad y balance de vida: No siempre es posible implementar teletrabajo en industrias tradicionales, pero sí se pueden diseñar horarios escalonados, turnos más cortos o programas híbridos para áreas administrativas.
- Incorporar tecnología: Mostrar interés en la digitalización y la automatización no solo mejora procesos, también atrae a jóvenes que ven la empresa como moderna y con futuro.
- Plan de carrera y capacitación: Según LinkedIn, el 94% de los empleados permanecería más tiempo en una empresa que invierta en su aprendizaje. Ofrecer formación técnica y programas de mentoría puede marcar la diferencia.
- Cultura inclusiva y participativa: Dar voz a los jóvenes en proyectos de innovación, escuchar sus ideas y reconocer sus logros genera compromiso.
- Beneficios no tradicionales: Programas de salud mental, voluntariado, movilidad interna o incentivos educativos son altamente valorados por estas generaciones.
¿Los jóvenes no son “inestables” por naturaleza?
No. Su rotación está más relacionada con la falta de oportunidades de crecimiento y un ambiente atractivo que con la inestabilidad personal.
¿Debo pagar más para retenerlos?
El salario competitivo es necesario, pero no suficiente. La clave está en combinarlo con propuesta de valor emocional y profesional: aprendizaje, propósito y bienestar.
¿Cómo hago atractiva una industria “poco glamorosa”?
Mostrando su impacto real: desde innovación tecnológica hasta sostenibilidad ambiental. Comunicar la relevancia social de la industria es un imán para el talento joven.
¿Qué pasa si invierto en capacitar jóvenes y se van?
Peor sería no capacitarlos y que se queden. La capacitación aumenta la productividad y la retención, aunque siempre habrá rotación natural.
Las industrias tradicionales tienen dos caminos: seguir quejándose de que “los jóvenes no duran”, o adaptarse para convertirse en lugares donde sí quieran quedarse. El reto no es atraerlos con salarios altos, sino construir culturas laborales modernas, humanas y con visión de futuro. Invertir en el talento joven no es un gasto: es asegurar la supervivencia de la industria en un mercado cada vez más competitivo.